¿Cuándo cambiar de móvil?

En Europa, la media de vida de un dispositivo móvil es de 15 meses, debido a una combinación de las constantes ofertas en teléfonos móviles y en la vida útil de los mismos.  Esto no significa que tu teléfono comience a fallar después de año y medio y que tengas que estar cambiando de móvil constantemente. Al contrario, hay señales específicas que te da tu teléfono cuando ya está a punto de quedarse obsoleto. Te las presentamos a continuación.

En este guía:

Ya no te queda espacio o memoria

No importa cuanto memoria interna tenga tu teléfono, llegará el momento en que te quedes corto. ¿Quién no ha tenido esos momentos frustrantes borrando fotos o aplicaciones para liberar espacio? Normalmente suele ser porque todavía tienes un teléfono de 8GB de almacenamiento interno. Las aplicaciones son cada día más pesadas y, aunque siempre puedes comprarte una memoria interna, tarde o temprano tendrás que cambiar de teléfono. En este caso, asegúrate de comprarte uno con amplia memoria interna.

La batería ya no dura

La batería de tu teléfono tiene un ciclo de vida predeterminado, su capacidad de carga va disminuyendo y desgastandose con el uso. Mientras que hay varias maneras de cuidar la batería para que ésta dure lo máximo posible, la verdad es que tarde o temprano, su ciclo de vida llegará a su fin. Lo que significa que tu teléfono se descargará con el mínimo uso. Esto le pasa a todos los teléfonos y es la primera señal de que deberías de cambiar de terminal. Especialmente porque hoy en día exigimos que nuestros teléfonos den un alto rendimiento de manera constante.

Existe la posibilidad de comprarle una batería nueva a tu teléfono para ampliar su vida útil, pero tienes que ver la disponibilidad y el precio. Muchos modelos antiguos ya no tienen recambios disponibles o por el precio al que se vende merece la pena cambiar de teléfono.

Sin embargo, te recomendamos que sigas estas recomendaciones si quieres cuidar tu batería para que ésta dure lo máximo posible:

  • Usa los cargadores oficiales de la marca de tu teléfono
  • No dejes tu teléfono expuesto a altas o bajas temperaturas
  • No dejes el teléfono enchufado a la corriente eléctrica, cuando se haya cargado desenchufalo.

Ya no recibes actualizaciones

Actualizaciones de tu sistema operativo

La mayoría de marcas suelen dar dos o tres años de actualizaciones del sistema operativo y de actualizaciones de seguridad. A partir de entonces, las actualizaciones ya no son regulares y las que llegan son parciales. Esto significa que tu móvil se está quedando obsoleto, ya no es compatible con las nuevas actualizaciones e irá perdiendo compatibilidad con las aplicaciones que quieras descargar. Llegará un punto que ya no recibirás ninguna actualización y te quedarás anclado en una versión antigua del sistema operativo. Esto también es importante en cuanto a seguridad. Las actualizaciones traen mejoras en la seguridad de tu sistema operativo por lo que si ya no las recibes tu teléfono queda desprotegido, también peligroso para el usuario por la cantidad de datos delicados que guardamos en nuestro teléfono, como contraseñas, datos bancarios etc.

Actualizaciones de las apps.

Al igual que el sistema operativo, las apps de los móviles también se actualizan regularmente, con nuevas funciones y gráficos más complejos, y por ende necesitando más espacio y un procesador más potente para utilizarlas. Por eso, si tu teléfono es antiguo y está casi obsoleto, puede que las apps ya ni se actualicen porque tu teléfono no tiene la capacidad de aceptar las nuevas versiones. En este caso, puede que la app siga funcionando en su versión antigua o que directamente deje de funcionar. Eso sí, te suelen avisar con antelación.

Empieza a fallar el rendimiento

Un problema clásico de funcionamiento es que cualquier acción que realices con tu teléfono va más lento de lo normal. Tarda más en encenderse, al abrir o cerrar aplicaciones, o se queda bloqueado constantemente incluso realizando las más sencillas funciones, como por ejemplo cuando recibes llamadas. Se bloquea la pantalla y es imposible contestar. Esto se debe a un conjunto de múltiples factores, como un desgaste general después de años de uso, influido por el mal estado de la batería o la falta de memoria en tu teléfono. Los componentes de tu teléfono como son los chipsets, el procesador y demás componentes también tienen una vida útil, y a medida que se vaya cumpliendo, el rendimiento de tu teléfono irá disminuyendo. Esto provoca que el simple hecho de mandar un mensaje de whatsapp o abrir una página web ponga al procesador de tu teléfono al límite. Las primeras veces puedes formatear el teléfono, esto le dará un empujón durante un tiempo. Pero cuando a tu teléfono ya le cueste “pensar” es hora de ir buscando uno nuevo.

La cámara ya no está a la altura

Cada vez nos comunicamos más a través de imágenes que de texto. Y cada vez más, las personas dejan su cámara en casa y utilizan la de su móvil. Hoy en día, todos los teléfonos inteligentes tienen una cámara decente. Pero teniendo en cuenta la importancia que les damos a las fotos para las redes sociales o simplemente de recuerdo, es normal que quieras tener una con la mejor resolución y calidad posible. Por eso, una de las razones principales para cambiar de teléfono es por que la cámara de tu terminal ya no hace buenas fotos comparado con lo último en el mercado, donde la diferencia en la calidad de las fotos es obvia. Un teléfono con una sola cámara no puedo competir con aquellas novedades que llegan a tener cuatro.

Si después de leer esta guía te das cuenta de que tu teléfono cumple casi todos los puntos mencionados, quizás es hora de cambiar de dispositivo móvil. En MoneyExpert estamos al día con los últimos teléfonos móviles y ofertas del mercado. Te recomendamos que le eches un vistazo a nuestra sección de Móvil o de Noticias para elegir tu próximo dispositivo.

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