Cobertura de incendio - ¿Es lo que necesitas?

La cobertura de incendio en el seguro del coche no es obligatoria y por ello, muchos consumidores se preguntan si merece la pena contratarla.

Desde nuestro punto de vista, es difícil determinar si en tu caso concreto este tipo de cobertura merece la pena o no. Al fin y al cabo, dependerá de tus preferencias personales y de las características de tu situación. Lo que sí podemos facilitarte, es una idea bastante concreta de lo que puedes esperar de este tipo de cobertura, para ayudarte a tomar una mejor decisión.

La cobertura de incendio cubre los daños de un incendio o explosión que ocurra por responsabilidad del usuario, pero que no hayan sido ocasionados voluntariamente. Por lo general, si el incendio se debe a actos voluntarios de familiares o de terceros, el seguro tampoco se hará cargo y el perjudicado (es decir, tú) tendrá que reclamar a esa tercera persona.

Además, hay que tener en cuenta que, en caso de catástrofes naturales o vandalismo, habría que acudir al Consorcio de Compensación de seguros.

La cobertura de incendio no está incluida en el seguro básico y obligatorio. Por consiguiente, para contratarla habrá que recurrir a un seguro a terceros ampliado o bien a un seguro a todo riesgo.

Es importante leer detenidamente la póliza para enterarse de los gastos que cubre y de cuáles son las situaciones que quedan fuera del amparo de la cobertura.  Por ejemplo, algunos seguros cubrirán la tasa de bomberos si estos tuvieran que intervenir, pero otros no lo harán.

Habitualmente, la cobertura excluye los incendios causados por materiales inflamables o explosivos transportados en el vehículo.

Es importante prestar atención al tratamiento de los accesorios del coche.

Lo más habitual es que los accesorios de serie vengan incluidos en la cobertura y el resto de elementos del vehículo que no son de serie queden totalmente excluidos o no estén cubiertos al 100%. Esto varía en función de lo establecido en el contrato.

Por accesorios de serie se entiende aquellos que vienen de fábrica, como puede ser, por ejemplo, una puerta.

Los accesorios “no de serie” son aquellos que añades tú. Por ejemplo, un GPS. Si quieres que se incluyan en la póliza, tendrás que declararlos y la compañía añadirá un suplemento a tus cuotas.

El caso de los neumáticos es variable en función de la compañía. En caso de que la póliza los incluya, el precio será un poco más elevado. Acuérdate de comprobar este aspecto en tu póliza.

La cobertura de incendios suele contemplar dos situaciones: pago de reparaciones o siniestro total.

Siniestro total es aquella circunstancia en la cual, según el perito, el vehículo ha quedado tan dañado que no tiene sentido repararlo. En este caso, la compañía te indemnizará el valor estipulado en la póliza y la cantidad se ajustará al valor de mercado o al valor venal del coche.

En el caso del pago de reparaciones, normalmente se pagará la pieza por su valor a nuevo en el mercado actual.

Recuerda que para evitar el riesgo de incendios es importante que el coche pase sus revisiones periódicas. Nunca dejes sin reparar cualquier tipo de fuga que detectes, no fumes dentro del vehículo y no dejes productos inflamables o de fácil combustión como por ejemplo papeles bajo la luz del sol y a través de las lunas del coche. Si no sigues las medidas de seguridad básicas, el seguro puede negarse a pagar.

Es una decisión bastante personal, pero si quieres nuestra opinión, nosotros, como Money Expert, te recomendamos que la contrates. Es verdad que todo dependerá de tus preferencias y de la antigüedad de tu coche, pero el coste de esta cobertura no suele ser muy alto y, en caso de un incidente de este tipo obtener una indemnización puede ser una ayuda significativa.